Esta violencia incluye maltrato verbal en forma repetida, acoso, reclusión y privación de los recursos físicos, financieros y personales. Este tipo de maltrato puede ser más doloroso que los ataques físicos porque socavan eficazmente la seguridad y la confianza de la mujer en si misma.
El peor aspecto de los malos tratos es la "tortura mental" vivir con miedo y en muchos casos, vivir aterrorizada.
Las mujeres víctimas de la violencia psicológica, generalmente están sometidas a otro tipo de violencia, ya sea económica, patrimonial y/o sexual.
Voy a poner ejemplos basandome en mis vivencias para ilustrar todo esto:
Maltrato verbal: Te dice
¡Cállate! ¡No te metas! ¿Te pedi tu opinión? Eres una tonta, pendeja, (
y otras groserías e insultos),
¡Ya largate! Eres una buena para nada. Tu sin mi no eres nada. No haces nada bien. Te hace sentir menos. Te grita, ofende, humilla, insulta, critica, se burla de ti, de tus convicciones e ideas, tus gustos, te ignora, no te dirige la palabra, te ofende, te hace sentir que eres incapaz de acción o pensamiento, todo lo que hagas o te propongas hacer lo pone en tela de juicio...
Acoso: Es exageradamente posesivo y celoso, te acusa de tener amantes o de buscar alguno. Controla (o intenta hacerlo) tus llamadas, mensages que recibes, tus salidas, si es que las tienes. Te acusa de perder las cosas, de esconderlas ( y cuando encuentra lo que buscaba se hace tonto y se enoja si le preguntas qué en dónde se encontraba y te hostiga con otra cosa para cambiarte el tema). Te acusa de estar en su contra, que le quitas autoridad frente a tus hijos (cuando lo que haces es defenderlos de su maltrato). Te acusa de que sabe que has hecho o no tal cosa y se lanza en una interminable diatriba para que confieses. Tu no has hecho nada malo pero lo hace sólo para ver si "chicle y pega" como decimos en México. Es decir, para ver si de casualidad te descubre algo, lo que sea. Te acusa de entrada, sin saber, y así, tener posibilidades de sacarte la "verdad". ¿La verdad de qué? Pues como dije: de lo que sea. Todo es un pretexto para "romperte" para imponerse. O te acusa de ser responsable de cualquier problema, sea cual sea. En fin, se la pasa hostigandote.
Reclusión y privación de los recursos físicos: Muchas veces es de manera indirecta. Por ejemplo, si quieres salir a algún lugar, él siempre buscará un pretexto para que no lo hagas (
te dice que no es necesario, o que no te puede acompañar -y tu ni pensabas en que fuese contigo-, que no lo dejes solo, que no se siente bien). ¿Necesitas ir al supermercado? No es necesario ya que dice él:
"Iremos juntos mañana". ¿Quieres ver a ver a una amiga?, él dice:
"Que ella venga a la casa. Si te quiere ver que venga ella". Pero hay veces en las que deliberadamente dice:
"No sales. Punto. Por que así lo digo yo". Y si lograste salir te reclama a que regreses a una hora establecida, o te exige que tú misma pongas esa hora. Si sales a buscar algo que te va a tomar muy poco tiempo, aun así te pide que no te tardes. El control lo quiere tener siempre. También te dicen que tus amigos no te valoran, que tu familia tampoco, de tal manera que te alejas poco a poco de ellos. Al final te quedas sin amig@s y alejada de tu familia. El propósito es aislarte y tenerte a su merced. Teniendote así controlada.
Reclusión y privación de los recursos financieros y personales: Estás casada por bienes mancomunados (aunque no necesariamente) y no te da acceso a la cuenta de banco, no te da una tarjeta adicional, no te da para el gasto más que lo justo para el super (y cuidadito que ni se te ocurra comprar algo personal), no te muestra los estados de cuenta, no te da cuentas de lo que gasta, te quita tus cosas o te las esconde, por ejemplo tus identificaciones o pasaporte, algún libro que necesitas, alguna joya, (para que no las pierdas o de plano finge demencia), no te da las llaves de la casa…
Violencia patrimonial: Todo lo que se compra lo pone a su nombre sistematicamente sin consultartelo: muebles, electrodomésticos, autos… Te despoja de tu herencia y se compra una casa (que pone a su nombre unicamente)… Nada es tuyo y lo que es te lo quita descaradamente. Creo que eso de las llaves de la casa también entra aquí como ejemplo.
Violencia sexual: Te obliga o te fuerza a tener intimidad sexual acosandote para que no te quede más remedio que aceptar para que te deje en paz, te acosa, te dice cosas inapropiadas, te obliga a que lo toques, te jala la mano para que lo hagas, se te hecha encima y si no quieres te agrede verbalmente. No es necesario que te tome a la fuerza usando violencia física. Con la violencia psicológica basta para hacer lo quiere y para muchas, del modo en que él quiere y lo haces con tal de que ya te deje en paz. Eso es tener relaciones forzadas, y aunque muchas no quieran admitirlo se trata de
violación. Y si te resistes y no logra su objetivo, te hace sentir que la que tiene un problema eres tú, que hasta con eso lo quieres controlar. Que es tu obligación, que es uno de tus deberes como esposa, aunque no quieras. Cuidado, se trata de otra de sus manipulaciones para hacerte sentir mal, que tienes un problema y ¡que él es tu víctima!
Todo esto lo he vivido yo y muchas otras mujeres diariamente. Lo peor es que muchas culpabilizan y sienten que es su culpa si su marido se comporta así con ellas, que algo malo han de haber hecho. Y no, no es así. Por muchos errores que hayamos cometido, no merecemos estos tratos y menos de nuestras parejas.
Tu pareja debe darte amor y protección, no odio y agresión.
Muchos perversos, por lo general no son golpeadores, porque lo suyo es algo mental, pero si pueden recurrir a cierta violencia física como empujones, jalones, agarrarte fuertemente pudiendo lastimarte con su fuerza, te grita o te habla en tu cara cerrando los dientes de modo amenazador, te amenaza físicamente poniendo su cuerpo contra el tuyo como si se te fuera a echar encima. Te cierra el paso, levanta la mano como si te fuera a dar una, golpea lo que tiene frente a él para mostrar su enojo, una mesa por ejemplo, te avienta las cosas en vez de dartelas, te azota la puerta, de deja encerrada… O sea,
invade de manera violenta tu espacio vital y lo agrede directa o indiectamente.
(Sólo de escribir este post las lagrimas se me salen. Yo no me merezco esto. Nadie se merece esto. Aquí termino este post. Que su familia lo perdone porque yo no podré hacerlo nunca)